lunes, noviembre 26, 2012

¿Qué es un milagro?


No sé.
¿Que algo casi imposible de realizar termine pasando con la mayor naturalidad? Sí, tal vez sea eso. Ahora, la vida está llena de eso. La vida es milagro. La vida es linda. Es fortuna. No es dinero. No es dios, no es orar, no es sacrificio, no es arrastrar. Es vivir, saber encontrar con quién compartir. Buscar sin saber bien qué, que ese qué cambie de naranja a magenta, sea naranja y sea magenta. Encontrar, en la caja que una ex esposa le devuelve a tal, una resma de hojas de papel misionero de 80gr que son mías. ¿Qué hace ahí algo mío? No sé. No sé! Pero es mío. Rarísimo. Todo tiene un significado diferente. Una resma de hojas que me espera más de 6 años dentro de una caja. Y llega a mi justo ahora, que tengo todas las letras en la punta de los dedos. Listas para ser dibujadas. A tiempo. Todo a su medida y armoniosamente. Para mí. La vida se me da y yo no le pedí nada. Yo la tomo así tal cual. Con las mismas manos que siempre usé para tomar distancia hoy lo acerco aquí, bien cerca mío. Donde respirar el mismo aire, sentir su olor inconfundible. Su piel. Vivir sin filtro. Sin mentir. Poder eyectarse de un taxi en plena avenida sin más consecuencias que las de vivir bajo nuestra propia ley. Un poco sin ley, derribando interdictos. No pretender que nos una hoy más nada que esto, que es enorme. Hay que ser una estalactita para no darse cuenta. Para que este sentir nuevo no te ponga la piel de pollo. No te haga vivir en carne viva. Minuto a minuto. Sabiendo que la vida es milagro, la vida es linda, es fortuna, no es dinero, ni dios, ni orar, ni sacrificio: No es arrastrar con las pretensiones de otros, con otras ambiciones, otros deseos. Si ya vivimos felicidades ajenas, solo y tan solo para aprender a vivir las propias. ¿Qué tomo para ser feliz? Decisiones.

--
¡Miren lo que este bicho logró al confiar en sus sueños!
http://www.youtube.com/watch?v=S5zY-lP95uo

jueves, noviembre 01, 2012

Buen día Sertralina

Recuperé mis tetas.
Una pancita incipiente.
Duermo fácil. Con sobresaltos, pero duermo fácil. He dicho, por ejemplo, entre sueños: no vas a salir impune de ésto. He pedido perdón. Juré venganza y también me hice la muerta.
-Igual no vas a salir impune de ésto, promesa de mi inconsciente todo-.
Tetas y pancita llenas de chocolates y galletitas con semillas de lino y sésamo que compro para sentirme un poco más sana y un poco menos culpable.
Lloro. Cuando él me toca el centro del pecho, cúmulo de angustias. Cuando estoy en la clase de yoga. Cuando me dice que sólo puedo entregarme sexualmente. Cuando muero de tristeza por el mundo, por mí, por vos también.
No quiero más. Este sentirme en una pecera. Este viaje de marihuana eterno. Reconectando. Reconectando todo el tiempo. Qué tan yo misma soy estando químicamente alterada.
Mientras, la analista me corta sesión diciendo que no soy una mujer fuera de serie. Me voy del consultorio pensando en cómo hacer exactamente para incluirme entonces en la serie de mujeres fantásticas que tanto miedo me provocan y a la vez aceptar la pérdida del goce que me causa no pertenecer a esa serie.
Enamorada. Tristemente enamorada. Enamorada con tristeza.
Ganas de responderle un yo también y elegir la prudencia. Es tu culpa que me haya convertido en este ser prudente que no puede pronunciar lo que yo también siento -cuando está dentro mío, bien ahí dentro-.
Me caso vía Paraguay y me convierto en polígama.
Robo un banco y me voy a hacer un road trip estilo Kerouac de este a oeste.
Me embarazo y lo nombro Ulises.
Pongo una bomba en alguna multinacional.
Le doy un juego de llaves y le digo que yo también.