jueves, octubre 25, 2012

Hormigas


Amo a las hormigas pero odio a las hormigas.
Se entiende.
Es sencillo.
Amo a esos seres pequeños y maravillosos, los odio cuando me invaden la casa.
Es claro.

Amo cocinar pero odio cocinar.
Amo trabajar pero odio trabajar.
Amo-me pero odio-me.
Amo-te pero odio-te.

Se entiende.
Crónicas insatisfechas.
Insatisfecha crónica.
Es sencillo.

Antes de ser humana, soy mujer.
Hembra de cualquier especie.
Pero hembra.

Necesito que los días duren más de 24 horas.
No soy original, lo sé.
Es que tengo mucho por hacer y también ganas de dormir.

Pero me acuesto y no me duermo.
Necesito el beneplácito del Universo Todo y no lo estoy consiguiendo.
Creer y no creo.
Crecer y no crezco.
Saber pero ignoro.
Mirar.

Necesito, necesito, necesito.
Crónica insatisfecha.
Insatisfecha crónica.

En mis noches de insomnio, cuento pecas.

miércoles, octubre 24, 2012

Sola


Definitivamente las noches de lluvia no las duermo, las camino.

Quisiera poder ser todo aquello que anhelo.
Que el amor no tenga fecha de vencimiento ni best before.
Tener cuestiones resueltas de antemano.
No sé; un papel, un trámite...
Que no me taladre el tímpano la alarma que se dispara detrás mío.
Tu sostén ficticio.
Pues creo estar más viva que nunca.
Lo noto al sentirlo todo.
El roce mínimo me crispa los pelos del cuerpo.
Como vivir en carne viva.
Eso es vivir. Para mí, hoy, ahora.
Teclear las primeras 3 letras de mi nombre y que me suene ajeno.
Oh, (mi nombre) can´t wait, she knows it´s too late.
Postergar cosas para la semana entrante.
Sentir que la semana es larguísima y pesada y que recién es miércoles.
La heladera siempre vacía, el fregadero siempre lleno.
Cada utensilio de cocina que me grita estás sola, sola, sola. La cocina hace eco.
La mierda oficialista que soy y que a veces ni yo me tolero.
Debo sostenerme.
Estar sola y estar bien, me sienta bien.
Demasiado bien.
Preparo un prequirúrgico, una bolsa llena de resultados y folletería sobre embarazos y fecundaciones asistidas que me retuercen las tripas. Me abofetean la jeta. Me rotan el eje.
Pero me lo leí todo. Todo.
La cabeza me va a mil.
Quisiera creer en un Dios justo y misericordioso que me tiene en cuenta.
En lugar de un hijo, tengo un quiste.
Que crece más que un hijo.
Yo me pregunto si hay algo que no nos decimos.
En ese espacio ínfimo y cordial que disponen la mirada, los gestos, las palabras.
Yo me pregunto si él sabe de la muerte del amor. Que el amor es miedo, es muerte.
Hoy agradezco esta condenada sangre que quema y derrite glaciares.
La que cultivé a fuerza de empanadas caseras, unidades básicas, chocolates calientes, la razón de su vida.
Mi vida.
La que me tocó en suerte; tan peronista y hermosa.
El cigarrillo que me pide que lo deje.
La Plaza que me pide que vaya.
Tu recuerdo, que lo tengo aquí, tan mío.
El cuerpo cansado de patear mil calles al día.
La juventud desdoblada, un poco por haber resuelto cuestiones de antemano.
Pero es que me siento tan niña.
Pendeja. Inmadura.
Bueno, en verdad, cuando tengo un bache leo.
En verdad, realmente, me diseño los baches, y leo.
Diseño todos mis días.
Trato de no sobreexigirme, de ser buena conmigo.
Me premio, muy bien, una vez que hago algo que DEBÍA hacer.
No abuso de las mayúsculas, ni de la sal, ni de los carbohidratos.
Quiero una casa en Bariloche con vista al cerro.
Un papá que planta plantas que no mueren. Nunca.
Una mamá que me deja el desayuno listo para cuando me levante.
Un techo de madera a dos aguas.
Saber acampar.
Creer en la resurrección de la carne, en la vida perdurable.
Amén.

Qué linda es mi casa en primavera!
Espero que no esté mal no quererlo todo.
Intentar sólo algunas cosas.
Las que no son para siempre.
Un techo de chapa negra, por ejemplo.
Un viaje a otro continente, por ejemplo.
Ser testigo de una unión en matrimonio, por ejemplo.
Unos tacos re altos.
Unas gafas nuevas.
Una tarde en la Plaza.
Un quiste en un ovario.
Una reunión con amigas.
Una memoria para mi PC.
Dos compras por Mercado Libre.
Tres meses de NO noviazgo.
Cuatro patas sin título.
Cinco años sin tomar merca.
Seis vidas las que me quedan.
Siete polaroid por correo.
Ocho GB en un pendrive.
Nueve años para decidir ser madre.
Diez minutos, me pongo a leer.


jueves, octubre 18, 2012

Quizás el futuro

Quizás muera en una casa vieja y oscura.
Acompañada por 72 gatos.
Aislada del mundo exterior.
Buceando en mi universo interior. 
Con el vestido de casamiento corroído por el tiempo, amarillo.
Con el anillo oxidado en mi mano derecha.
Ya nadie intentará el encuentro.
No sonará el teléfono.
No vendrán las visitas.
No estaré en los pensamientos de alguien.
Salvo cuando me recuerden con pena.
Sin saber con exactitud si aún sigo con vida.
Tus cartas desparramadas en el piso
-algunas se fueron con el viento, con el tiempo-.

Quizás muera de nostalgia y melancolía.
Aferrada a mis errores como piedras preciosas.
Sabiéndome imposibilitada e irreversible.
Acontecida hace mucho tiempo atrás.
Cuando aún sucedíamos en un instante.
Ya no buscaré el cuerpo de otro.
Ni rozarán el mío con el ardor del deseo.
No más orgasmos mortíferos.
No más abrazos metafísicos.
La espera como un ritual eterno.
La música como una melodía secundaria.
El silencio por sobre todo.
El silencio sobre mí, ahogándome.
-y ya me habré ido con el viento, con el tiempo-.




miércoles, octubre 17, 2012

sábado, octubre 13, 2012

Espejo


Cuando entiendo que Soy Yo la que me mira ahí en el espejo, y le veo el rostro. La mirada seria, la lágrima en el ojo. La humedad. Ese cuerpo. El detalle. Entiendo que Soy Yo. Lo comprendo como una sola cosa. Y no como dos (existencia y reflejo). Esa es la persona que se enfrenta al mundo y esa Soy Yo. Uf. Es pesado pero gratificante.

Soy hermosa.

--
Debe ser la felicidad que me invade; pues llevo 2 o 3 días sintiendo el olor a empanadas caseras de mi madre. Un olor que me trae mi infancia y me hace sentir dichosa. Porque lo soy!

Gracias vida -una vez más-.
Gracias por venir, gracias porvenir, por venir. (Gracias Cerati jeje)


viernes, octubre 12, 2012

Vomitando conejos


"Pero esa misma noche, vomité un conejito... negro"

Y a la noche siguiente, me estabas cogiendo en mi casa.
Pongamos un criadero -se me ocurrió-.
O compremos un placard más grande.
O aprendamos a vivir con ellos.

Hicimos un pacto por la última opción.
Y lo firmamos con una cena informal, sin cubiertos, desprolija.
Notariado luego con más de 1h de sexualidad explícita entre los conejos que nos olían, no entendían nada.

Bueno, no tiene nada que entender un conejo.
Si nos manteníamos quietos, ellos quietos o más bien tranquilos.
Hasta que alguna maniobra estrepitosa, de esas a las que ya estamos puercamente acostumbrados, los exalta de un tirón a todos por igual, alzan sus cabezas, blancas, negras, mixtas... (hay de todo).
Los tuyos, los míos.

Se puede ver bien cuál fue vomitado por quién.
Los tuyos me buscan a mi, los míos a vos.
Como perros rastreros, es increíble.

¿Lo notaste?

El saldo:
Volvimos a empezar.
Hoy 12, a 3 meses. Volvimos a empezar.
Y no es la primera vez que lo hacemos.
Cogiendo entre conejos.


miércoles, octubre 10, 2012

Cosas que no puedo evitar


· Masturbarme (sin dudas debía ser el primer item)
· Chequear todos los días los precios de los vuelos a Europa y fijar fechas de partida que nunca cumplo
· Sacar panza de embarazada frente al espejo y pensar: "Ves? Embarazada sí se justificarían esas caderas"
· Sentir repudio por las madres y embarazadas; especialmente si son primerizas
· Querer siempre más
· Tener miedo a "más"
· Amar
· Esperarte
· Extrañarla -sólo a veces-
· Hacer "como si" pero no
· Pensarte
· Decirte "te amo" y arrepentirme
· Sobreestimarme y subestimarme en un mismo minuto de tiempo
· Ovular
· Crecer
· Vivir
· Tomar café instantáneo
· Dudar
· Existir

miércoles, octubre 03, 2012

Hoja al aire


Me soplás tibio. Y a veces me agitás tan rápido que ni te das cuenta. Sí, dije rápido. El que grita lento, a veces, sopla rápido. Ya sé. No te das cuenta. Así llevo un par de meses de bar en bar. Tragando cortados. Compartiendo horas. Viviendo. Viviéndonos. Tengo la vida en la mano. Así, acá. La sostengo. Late. A veces siento que falta algo. No sabría decirte qué. Simplemente algo. Esos vacíos que nada los llenan. [Ni tu divorcio, que ya es un hecho]No sé si a esto le falta tal o cualAquí y allá. Qué blanco, que negro. [Un empujón del diablo] Una mirada más. Palabras. Decisiones. La casa, el perro, los hijos. Y dejemos de contar. Porque ahí se termina de contar ¿no es cierto? Yo lo recuerdo todo. Es como un cáncer, de los que no se operan. Puedo recordar cada decisión tomada. [Ese drogadicto alarido] Y que no pude reir sin llorar. Pasa el tiempo. El mío, el de todos. Es que a veces la vida entera no alcanza. Y hay sed de más. Y cada uno de mis lados (los del origami complejo) gritan más. Cuidado. Estoy en cada detalle, en el ejercicio diario de elegirte. Como un contrato que vence día a día y, del mismo modo, se renueva. Le busco, le busco; el error, el sin sentido. El indicio de la inevitable catástrofe. ¿Puede un La Menor sonar por Do?. Me cago en todos los papeles firmados del mundo. Las cadenas, las de metal, las de mentira. Las mentiras. El auto convencimiento. La memoria selectiva. Tus infidelidades. Mi adicción. La maldita sed. Los nudos en la garganta. Los atajos mentales. Las palabras no dichas. El enamoramiento. El puto amor!!! ¿De qué va todo esto? Si le tenés miedo a todo, a TODO. Tu síntoma es el miedo. El viento te dejó miedo. Vértigo. Yo no conozco ningún pájaro que sufra vértigo. O será que yo no conozco a ningún pájaro [punto]. La vida es para los jugados. Me lo dijo Susana y lo creo. Creo. No lo creo, lo siento. Lo siento y lo sé. Sé. Y te amo tanto, tanto. Que lo gritaría desde cada ventana. Te lo gritaría en la cama, en la cara. Pero no. No quisiera dejarte zumbando el oído. Un te amo como piña. Like a punch. Un te amo bárbaro, no civilizado. Con cara de madrugón. De mal aliento a la mañana. Un te amo que incomoda. Que obliga a tomar partido. Un te amo que no escuchaste nunca, ni volverás a escucharlo jamás. De una mujer inconclusa. Sin máster ni doctorado. Sin peinado de peluquería ni manicure. La tontaca timada. La putilla cabreada. La que no miente y ama demasiado. Cuidado. Hoy estoy justificada. Sin ánimo para el espectáculo. Sin depilar. Sin bañar. Despeinada. Sola. Con un vestido y un amor esperando tu carrete. Un par de tacos de mil centímentros aguardan ser envestidos por tus 85 kilos de ¿miedo?. Un metro cuarenta y nueve de existencia, a milímetros del piso, a años-luz del cielo, a metros del techo, a 5 barrios de vos, arrodillada entre las piernas de Jesucristo. Gulp. Tragué. Y siempre ahí está el otro. No se borra ni tratándolo de mala gana. Todo me lo ofrece y todo me lo da. Aún sabiendo que no lo tiene ni sabe inventarlo. Que para el amor tiene dos manos izquierdas. Que no doy segundas oportunidades. Nunca. Jamás. En la vida. Justo yo, que la vida me dio miles. Y contando... ¿Qué quiero? Yo anduve algún tiempo muerta y me vi resucitar, sin más. Quiero una vida en analógico. Responder preguntas sin pensar. No pensar. Recibir una carta tuya, manuscrita. Que me grites te amo en la cama, en la cara. [Y que sea cierto] Que se legalice el aborto. Que triunfe la educación pública. No encontrar nunca el error, el sin sentido. Derribar interdictos. Barreras ontológicas. "Dice que no sabe del miedo de la muerte del amor. Dice que tiene miedo de la muerte del amor. Dice que el amor es muerte, es miedo. Dice que la muerte es miedo, es amor. Dice que no sabe" A.P. Pero hay días en los que no puedo vivir sin saber. Ese es el vacío. La barrera ontológica que posibilita e impide al mismo tiempo. Tengo la vida en la mano. Así, acá. La sostengo. Late.